¿Te gusta que tu carro se vea brutal, pero no sabes por qué después del lavado se ve opaco o rayado?
No estás solo. El 90 % de los conductores lavan mal su vehículo y luego se preguntan por qué perdió ese brillo de “recién salido del concesionario”.
Tranquilo, gomoso: hoy te enseñamos los 5 pasos sagrados del detailing para que tu máquina brille como Dios manda.
1. Lavado (no con escoba, por favor)
Lava siempre en la sombra y con el auto frío.
Usa shampoo pH neutro, microfibra limpia y olvídate de las toallas viejas que rayan.
El secreto: lava de arriba hacia abajo y enjuaga con un chorro suave, no con presión.
2. Preparación de la superficie (arcilla es tu mejor amiga)
Tu pintura está llena de contaminantes invisibles. Usa arcilla y Quik Detailer, no agua.
Pásala con suavidad y prepárate para un cambio visual brutal.
3. Pulido (elimina rayas como mago)
Si ves rayones, hologramas o manchas, necesitas pulidores con tecnología SMAT.
- No todos los rayones salen, pero los superficiales sí.
- Usa pulidor y si es grave, visita a un profesional.
4. Protección (cera, sellante o recubrimiento)
Después del brillo, necesitas protegerlo. Usa cera de carnauba si te gusta el clásico.
¿Quieres durabilidad? Ve por cerámica o coatings con más de 1 año de resistencia.
5. Mantenimiento (el secreto de los carros top)
No dejes que el mugre y la lluvia ácida arruinen tu trabajo.
Retira contaminantes con frecuencia, usa ceras rápidas como Ultimate Quik Wax, y NUNCA seques con trapo viejo.
El detailing no es lujo, es respeto por tu máquina.
Y ahora que sabes cómo hacerlo bien, ¿por qué no equiparte con los productos correctos?
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